Ya está

Te quedas vació, después de cada representación es una sensación estraña, diferente de la anterior. En este caso con un sabor agridulce.

Pena, mucha pena por la falta de respuesta del público. No estuvo mal pero esperaba más. Ya se que junio no es buen momento, que había fiesta en la calle del sol, que la gente no se acaba de acostumbrar al espacio del paraninfo, que la información en prensa no acompañó. Pero es que note ausencias con nombre y apellidos, ausencias que duelen, y hacen que te entre una mala hostia que para que.

Te preguntas donde está la gente del teatro, si es que en esta tierra existe el teatro o esa gente. Para los que intentamos estar al día de lo que sucede en la escena, esto duele, duele por que luego son los que se permiten todo tipo de licencias sobre la escena cántabra o lo foráneo con tintes de diferencia.

Rectifico. Creo que más que dolor me da pena, pena por que se perdieron un trabajo de Charly y Vanesa para quitar el hipo. Se salieron, se gustaron en la escena a lo largo de toda la obra y eso se notó un huevo. Os quiero.

Y del trabajo de mi Ángela que os voy a contar, afinó al máximo. Su trabajo es bueno, pero sobre todo su dedicación, amor y pasión. I Love you. Espero que no te quemen todos los FISES del mundo.

Gracias Charly, Vanesa, Ángela y Mamen por la parte más próxima.

Gracias abuelos por quedaros con los niños.

Gracias Marta, Lidia, Noelia y Manu por estar ahí.

Gracias Jose por currarte el montaje y por tu amabilidad.

Gracias Iván y Marta por vuestra confianza, cariño y saber hacer.

Mañana no me pierdo la primera entrega de David Fernández (a pesar del futbol)